Publicado: 27 de Abril de 2018 a las 10:28

Una aproximación a la historia minera de Escucha y de Pozo Pilar (ca. 1968-1993). Por Alba Rodríguez Alcalá

Escucha siempre ha sido un pueblo minero. La época de mayor esplendor coincidió con el auge de la minería a mediados del siglo XIX y durante el siglo XX, llegando a haber, a lo largo de estos 150 años, unas 40 minas de carbón, según los datos conservados en el Catastro Minero del Ministerio de Industria, Energía y Turismo. Todo ello se tradujo en un importante crecimiento de la población no sólo en Escucha, sino también en otros pueblos de la Comarca de las Cuencas Mineras, destacando los desplazamientos de personas procedentes de Andalucía y Extremadura, sobre todo a partir de los años 60 del siglo XX. Para que se hagan una idea, en el año 1900 Escucha tenía unos 450 habitantes, y en 1981, 1.593 habitantes.

Una de las mayores empresas mineras que laborearon el carbón en esta cuenca minera y en Escucha fue Minas y ferrocarril de Utrillas (M.F.U.). La empresa M.F.U. fue creada en el año 1900 por un grupo de Ilustres Aragoneses, algunos de ellos consejeros del Banco de Crédito de Zaragoza, y fue una de las más ricas de la región. Además de las minas, una de sus primeras grandes aportaciones fue la creación de un ferrocarril que unía Utrillas con Zaragoza, inaugurado en 1904, y que sirvió para aprovechar buena parte del carbón extraído, el cuál era destinado a la industria zaragozana, en especial las azucareras, y al consumo doméstico.

Sin embargo, con el paso del tiempo nuestras minas dejaron de ser rentables y se cerraron, ya que actualmente se apuesta por las energías renovables y es más económico traer el carbón del exterior, ya que es de mejor calidad y la mano de obra es más barata. El efecto ha sido devastador, ya que la población ha comenzado a descender porque las familias tenían que marcharse a otros lugares en busca de trabajo. Actualmente, Escucha cuenta con una población aproximada de 1.000 habitantes.

La mina Pozo Pilar fue construida por la empresa M.F.U. a partir de octubre de 1968 y su cierre se produjo entre 1991 y 1993. Se encuentra ubicada en el paraje denominado “Los Planos”, en el término municipal de Escucha, dentro de la concesión de carbón “El Abundante”, número 440. Según las fuentes manejadas, Pozo Pilar tuvo dos directores de mina: don Jacinto Romanach y don Benjamín Lorenzo, este último hasta su cierre.

Varios fueron los motivos que llevaron a la construcción de Pozo Pilar, considerada la segunda mejor mina de lignito en toda Europa por su mecanización y tecnología. El primero de ellos fue la necesidad de asegurar el suministro de carbón a la Central Térmica de Escucha, construida por “Unión Térmica, S.A.” e inaugurada en 1970. Otros motivos fueron el aprovechamiento de las zonas Central y Oriental de las concesiones de M.F.U., la necesidad de asegurar unos bajos costos de producción mediante la concentración en Pozo Pilar de la mayor parte de la extracción, y el estado de agotamiento de las reservas de las minas Santiago, Pozo Santa Bárbara y Mina Sur, ubicadas en Utrillas.

El contexto histórico en el que se sitúa la construcción y puesta en funcionamiento de Pozo Pilar coincide con la época denominada como Segunda Edad de Oro de los Carbones (1973-1986). El estallido de la primera crisis del petróleo en 1973 supuso la recuperación de las explotaciones mineras de carbón, lo que conllevó un aumento de la producción de lignito y de la demanda de mano de obra en la comarca de las Cuencas Mineras. Como consecuencia de ello tuvieron lugar las llamadas “expediciones de mineros” realizadas por todo el país, por lo que Escucha experimentó un crecimiento poblacional considerable, llegando al punto álgido en 1981, con 1.593 habitantes.

En esta situación de bonanza y optimismo de la minería del carbón, la empresa M.F.U. realizó grandes inversiones para la mina Pozo Pilar, inversiones que más adelante repercutieron en su endeudamiento. La máquina de extracción fue dotada de todos los elementos más modernos de la época, estaba equipada con un motor eléctrico de corriente continua con una potencia de 1.100 KW y con una polea tipo Koepe para cuatro cables, que hacían funcionar el skip o jaula, que tenía una capacidad de 19 Tm. y una velocidad de régimen de 10 m/s.

M.F.U. subcontrató a la empresa “Obras Subterráneas, S.A.” para que realizase los trabajos de acondicionamiento del pozo, de 368 metros de profundidad y dos plantas de extracción de carbón: la primera a unos 162 metros de profundidad y la segunda a 295 metros. En las explotaciones se utilizaron escudos hidráulicos para proteger a los mineros de posibles hundimientos, dotados de canal para transportar el carbón que era arrancado mediante rozadora o fresa.

Para llevar el carbón extraído del Pozo Pilar al parque de carbones de la Central Térmica de Escucha, a partir del mes de julio de 1973 se proyectó y realizó el montaje de una cinta transportadora subterránea de unos 480 metros de longitud, y con una capacidad de 500 Tm/hora. De esta forma, la empresa M.F.U. se ahorraba los costes del transporte en camiones.

Según la documentación cotejada hasta la fecha, en el año 1976 se comenzó a extraer carbón del Pozo Pilar, con muy buena producción, y en estos años llegó a tener 1.600 trabajadores en plantilla.

La llegada de la década de 1980 conllevó la desaparición paulatina de la minería subterránea y el auge de las explotaciones a cielo abierto, que eran más productivas y rentables, pero necesitaban menos mano de obra, por lo que se produjo la amortización de empleos. También los duros recortes en la producción de carbón motivados por el Plan Energético Nacional de 1984 empeoraron la situación, pero fue la dificultad para hacer frente a la competencia ante la adhesión de España a la Comunidad Económica Europea en 1986 lo que empeoró la situación. Dicha adhesión implicó la aceptación del Tratado de la Comunidad Europea del Carbón y el Acero (CECA), cuyo objetivo era el establecimiento de un mercado común en condiciones de libre competencia, por lo que se comenzó a importar carbón del exterior, que era más económico y de mejor calidad.

Fue una etapa de incertidumbre para los mineros, que protagonizaron algunas huelgas y movilizaciones. Entre 1981 y 1984 se perdieron unos 700 puestos de trabajo en la cuenca minera, debido a la disminución de la actividad en el interior de las minas. La inversión realizada por la empresa M.F.U. no fue rentable, ya que no se generaron los beneficios esperados y los costes de explotación eran elevados. Todo ello, añadido a la coyuntura española de ese momento, repercutió en la decisión de M.F.U. de cerrar Pozo Pilar y dedicarse a la minería a cielo abierto.

El 1 de mayo de 1991 se dio de baja la mina Pozo Pilar, pero siguió funcionando hasta 1993 para que los mineros pudieran acceder a la prejubilación incentivada.

La última mina que hubo abierta en Escucha, el Pozo Trinidad (más conocida como mina Lancis), cerró sus puertas en el año 2002. Las imágenes son totalmente reales, realizadas por el fotógrafo Antonio Delgado, quien se introdujo con los 8 últimos mineros en los últimos meses de trabajo. Con ellas se recrea la jornada del minero: comienza con el desayuno, la salida de casa, se reúne con los compañeros, realizan las labores del exterior, después las de interior y la última foto es la salida de la mina.